Desde hace ya muchos años existe un consenso claro en que debemos valorar y cuidar nuestro patrimonio construido. Incluso el patrimonio de la obra pública está recibiendo una atención especial en los últimos 20 años. Parece claro que este debe de tener un tratamiento diferencial que atienda a sus peculiaridades. Puentes, presas, fortalezas y demás elementos de infraestructura han sido proyectados y construidosbajo un contexto técnico e histórico determinado en emplazamientos muy singulares que les hace merecedores de un enfoque pluridisciplinar donde la técnica tenga un papel predominante.Se han elegido 15 obras que nos han permitido reflexionar sobre las estructuras, los materiales y su durabilidad, usos pasados y futuros, el paisaje, el clima y otros temas que confluyen en estas obras. No nos hemos olvidado del uso provechoso de la tecnología ni de los nuevos escenarios climáticos que están haciendo, cada vez más, vulnerable a nuestro patrimonio.