Los iconos perfectos es el libro final de una trilogía que se inició con El soplo de los dioses (Editorial Aguaclara, Alicante, 1992), y se continuó con Los dioses derrotados (Editorial Visor, Madrid, 2000), y trata sobre la progresiva degradación de la civilización occidental en su permanente agresividad a las restantes culturas, especialmente las consideradas como 'el tercer mundo'.

Libro de viajes en el sentido apocalíptico y alucinante de esta palabra, nos enfrenta a las constantes dolorosas con las que se vive en los países del Este, especialmente los de la Iglesia Ortodoxa Cristiana, el fracaso de las ideologías que tuvieron presencia y poder desde la postguerra hasta la fase final del siglo XX, con el derrumbamiento moral que la derrota ha dejado en ellas.

Pertenece al intento de una poesía más en búsqueda de la epopeya que del lirismo, y más cercana a una visión social que a la subjetividad del yo poético. Se cierra, con este libro, una visión de la épica agónica con la que se ha iniciado el siglo XXI.