Es domingo las 19:30h. Inicie este libro está mañana a las 11:00h y desde la primera pagina no he podido parar. Teniendo en cuenta que mi corazón llevaba en mi garganta desde ayer, que fue cuando acabe la primera parte... pues os podéis imaginar mi estado mental y sentimental en este momento. Ya comenté que no podía opinar de Luca porque sentía que no conocía a Luca del todo después de la primera entrega. Y estaba completa en lo cierto.Me ha encantado describir todos los Luca que existen. Dejando atrás el más cabron de todos que ya describíamos... 😡. Con este libro no he tenido altibajos, con este libro me pasado las horas con una incertidumbre bestial. Los primeros capítulos no dejaba de preguntarme cuando vuelve Luca por dios. Cuando vuelve, dios he sufrido muchisimo, y es que dos veces .. ¡Dos veces! me puesto a llorar como una tonta con la escena, es que de verdad Daniela y Luca tenia mi corazón en sus manos. Dios como he odiado a Dani en este libro, cuando al mismo tiempo la entendía, joer... es que lo que Luca hace al final de fuimos un invierno fue muy duro... es que no se puede perdonar así como así. El sentimiento de no poder no despedirse, la sensación de vacío que tuvo que tener Dani viendo el apartamento sin el, que se fuera sin ni siquiera decirle adiós, solo por cobardes. Hay una frase del primero libro que me llegó hondo, decía así... (Luca) - Yo no te prometí nada. (Daniela) - Pero me lo diste. Ese diálogo fue una flecha que fue directa a la diana. Esa conversación tras la cabaña, no contestar a sus llamada, asaltarla borracho, follarsela y después desaparecer por completo no de ciudad no.. de país sin un adios. Eso no se perdona ni aunque Luca vuelva y se convierta en un príncipe azul. Este libro tiene un mensaje muy claro. No, no se puede perdonar todo a la primera. Y si, siempre debes de ante ponerte a ti. Aunque no sepas que quieres. Si no lo sabes, debes preguntartelo, pero no perdonar con la entrepierna sino con el corazón y el alma. Y tampoco debes ser Luca, que acepta hasta las migajas que Dani es capaz de darle. Eso no es sano joder! Ni para el, ni para ella, ni para mí 🥲. Lo he pasado realmente fatal en este libro, he sufrido como una condenada. No le pongo las 5* porque creo que se ha alargado en exceso. Recomiendo muchísimo está biología. Vas a reir, vas a sufrir, vas a llorar, y vas a sentir todas las emociones juntas de una página a la otra. Yo con esta biología me declaro fan total de Andrea y pienso leer todas y cada una de las historias que ha escrito. Y para acabar está reseña, que ya es larga pero no he sabido hacerla más corta, el corazón no me ha dejado. Os voy a dejar un pequeño párrafo que para mí es lo mejor que está escrito entre todas las página de ambos libros. Dice así, - Bien, pues lo que no me enseñaron y tuve que aprender por mí misma fue que el amor no se basa en columnas de hormigas que aguantan el peso, sino en pequeños detalles, como cenefas de colores, azulejos brillantes o brocados en el capitel que lo hacen bonito. Que lo decoran, lo pulen y lo engrandecen, y sin esos detalles, en apariencia no necesarios para la sustentación de la relación, los que hacen que no puedas dejar de embelesarte por ellos, que te vuelvas adicta a las sensación que te producen y que consiguen que la construcción se fortalesca.