Está novela, tiene una forma de tratar el amor de manera diferente. Una pareja sin un lugar estable para vivir, que van de ciudad en ciudad, de donde consiguen bellos recuerdos y experiencias. Ella domina en la relación, se hace lo que ella quiere, porque es lo que el quiere y en algunos casos tolera. Ella parece ser andrógina, y disfruta ir cambiando entre hombre y mujer. El es un escritor, al que le gusta nadar, pescar, hacer ciclismo, y una afición que comparten los dos es su gusto por los vinos, cervezas, licores, entre muchas otras bebidas. Ya en Francia, la pareja entabla una relación con una chica guapísima, pero no solo una amistad, sino también romántica, donde Catherine, empieza a mostrarse confusa, controladora, descontrolada ya que es difícil predecir lo que hará y el sentido de sus actos. David, siempre concede lo que quiere hacer a Catherine, pero también recibe. Pero parece que concede más que recibe. Por las mañanas trabaja escribiendo una novela que no la termina de escribir; y para descansar de esta, escribe un relato de sus vivencias con su padre, por África. Durante este tiempo se empieza a sentir atraído por la chica, incluso llega a sentir más calma con ella al lado. Al final está relación acaba por alterar a Catherine, y los deja a los dos. No sin antes despedirse y ponerlo todo patas arriba. Donde él y la chica ahora se han jurado amor, y esperar a su regreso.