Desde la primera página te introduces en la historia, cosa que pocas veces me ha pasado la verdad. En esta historia nos encontramos a Jasmine, una patinadora un poco frustrada pero que no se rinde a pesar de todos los contras que se va encontrando por el camino. Es por ello que cuando le llega la oportunidad quizá no se fie mucho por la situación pero que es lo que ha estado esperando y aunque se pueda arrepentir no piensa perderla. Por otro lado tenemos a Ivan, que creo que es uno de los mejores protas que he leído. Me encanta su manera de ser, aunque al principio se nota que es reacio, en verdad para mi desde el principio se nota que es una máscara.  Adoro el pique que hay entre ellos, es una de las cosas que siempre intento buscar en un libro y con este he acertado de lleno. Tengo que decir que el libro tenía las expectativas altas y creo que ha cumplido perfectamente con la fama que tiene. Aunque es autoconclusivo tengo que decir que me ha encantado como se ha desarrollado la historia y el epílogo. Ojalá haber sabido más de ellos pero creo que aunque el final ha sido para mí gusto un cierre un poco precipitado era lo necesario para la historia.