Ciencias Médicas
Autor:ROSENTHAL/GIERINGER
Editorial:CASTELLARTE, ED.
ISBN:978-84-921001-5-6
Tras miles de años de usos médicos, la
ONU decidió, a instancias de las potencias occidentales, que el
cannabis no tiene usos medicinales. Hoy en día, médicos y
pacientes claman por su normalización. Entre esos médicos,
uno de los más notables es el Dr. Tod Mikuriya, autor de "Marihuana:
informes médicos" y director de investigaciones sobre marihuana
del Instituto Nacional de Salud Mental de los EE.UU. en 1967, entre otras
muchas actividades y obras. El Dr. Dale Gieringer, por su parte, es coordinador
de la Organización Nacional de California para la Reforma de las
Leyes sobre Marihuana (NORML) y autor de numerosos estudios sobre los efectos
del cannabis.
Firma con ellos este manual Ed Rosenthal, autor de varios
de los libros más vendidos acerca del cannabis, entre ellos el "Manual
para el cultivo de la marihuana", que durante veinte años ha sido
libro de cabecera de los cultivadores españoles.
La marihuana es, con toda seguridad, la droga menos
tóxica y de más amplio espectro disponible para la Humanidad.
Esta recomendada para artritis, insomnio, glaucoma, anorexia, síntomas
del SIDA, efectos secundarios de la quimioterapia, dolores crónicos,
espasmos, y muchas otras dolencias, sin la mayoría de efectos secundarios
producidos al tratar estos males con otras drogas. Es curioso observar
cómo, tras miles de años de experiencia clínica, sin
que se haya registrado jamás una muerte achacable a su uso, esta
medicina permanece prohibida mientras son legales la aspirina, que sólo
en EE.UU. en el año 1994 causó 2.000 muertes, o la penicilina,
que fue aprobada tras sólo media docena de experiencias.
Como dice el propio Ed Rosenthal, "el aspecto más
dañino y peligroso de la marihuana es la regulación gubernamental.
Las leyes que prohiben el uso de la marihuana con fines médicos
constituyen un castigo cruel y poco usual, que se inflige a las víctimas
de las enfermedades. No sólo amenazan a la seguridad y la salud
de la gente, sino que limitan la disponibilidad de la misma y mantienen
altos sus precios. En un momento en que los costes del sistema sanitario
se disparan, es una vergüenza que los americanos (y todos los ciudadanos
del planeta) no tengan acceso legal a esta medicina rematadamente barata".