Eratóstenes halló la longitud de la circunferencia de la Tierra asomándose a un pozo que reflejaba los rayos del Sol, pero quizá le sorprenda saber que, de todo el antiguo mundo occidental, solo allí podía hacerse ese descubrimiento. Otra historia mil veces repetida cuenta que Tales e Mileto, con la sola ayuda de un palo, pudo determinar la altura de la Gran Pirámide, aunque un poco de astronomía plantea hoy serias dudas sobre la versión popular.