Mary tiene catorce años y su hermana Caroline, doce. Pero a veces siguen comportándose como niñas pequeñas, pues han recibido una educación muy descuidada. Cuando su madre muere repentinamente, su padre las envía a vivir con la señora Mason, una institutriz que se esforzará por enseñarles todo lo que sabe.Durante largos paseos por el campo, bajo el canto de la alondra, Mary y Caroline escucharán la historia del naufragio de Jack y su fiel perro Pompeyo, la de Jane Fretful y su falta de límites o la de aristócratas que se retan a duelo por honor. Y, por el camino, aprenderán a entender sus emociones y a empatizar con los demás, pero también a ser puntuales y no procrastinar, a tener paciencia y a no dejarse esclavizar por la belleza exterior.Estamos en la Inglaterra de finales del XVIII, pero las historias de la señora Mason nos plantean cuestiones de ética y filosofía de absoluta vigencia. Nos ofrecen una modernísima preocupación por el trato a los animales y la convivencia con la naturaleza que, sin embargo, no rehúye el dolor y la frustración, sino que enfrenta los problemas como una forma de estar en el mundo y, por qué no, tratar de mejorarlo.
Llegir més