Galardonado en 2015 con el Premio Nacional de Poesía, recoge este libro 85 poemas escritos en los cuadernos que acompañaron las vacaciones de Luis Alberto de Cuenca entre 2009 y 2012. Sin renunciar a la pasión por la cultura que caracteriza toda su obra, de nuevo reclama un espacio para la popular, tan relevante para él como la considerada culta, lo que le permite que su admiración por Macbeth sea compartida con la que siente al escuchar un bolero y celebrar a Guillermo de Aquitania tanto como al Guerrero del Antifaz. Poco a poco, la sensación de finitud de la vida tiñe de sombras las páginas del libro, lo que le lleva a una reflexión sobre el sentido de la vida en la que triunfa la amistad y, sobre todo, el amor, principal arma para combatir la angustia.