Cuando era pequeña la sociedad trató de implantar en mi mente lo que era la feminidad, al crecer me di cuenta de que era todo menos buenos modales. La Mujer Salvaje es la que se salva a sí misma, la que se atreve, la que se dirige confiada hacia sus objetivos. Es la que a pesar de las caídas siempre se levanta, la que es una con la naturaleza, la del viaje interno. La Mujer Salvaje es aquella que crea y aquella que destruye, la que se autogobierna y respeta; la que se sostiene y siente sostenida, la que llora, se enfurece, sonríe y baila, la que no teme mostrar sus cicatrices porque honra su historia. La Mujer Salvaje soy yo, y también eres tú. Ella está golpeando tu coraza para que la dejes salir, y si no se lo permites lo hará desde la furia de verse despojada de sus alas para volar. Es como si la libertad llamase a tu puerta y tú no la dejases entrar.