En este último volumen de Historias de Vigàta, Andrea Camilleri vuelve a transportarnos a su universo siciliano desbordante de ironía, disparate y humanidad. Heredero de la tradición de Boccaccio y del espíritu fustigador decameronesco, el autor dibuja la vida en este lugar donde la inocencia es a menudo una forma de locura, la honestidad, una obra maestra de la hipocresía, y el crimen no es más que una travesura del intelecto. Amores, marrullerías, malentendidos y supersticiones se entrecruzan en un zarzal de situaciones disparatadas. Desde la tragicomedia de un cortejo fúnebre convertido en carnaval de pasiones hasta reliquias patrióticas que obran milagros literarios, el libro presenta un mosaico de personajes entrañables, ridículos, tiernos, patéticos. Un Camilleri en estado puro, que hace reír, pensar y -como siempre- nos maravilla.