El terrorismo islamista presenta una serie de características que lo diferencian cualitativa y cuantitativamente del terrorismo tradicional que ha venido sacudiendo Europa y Occidente desde hace más de cuatro décadas. Una de estas características es la que hace referencia a los perfiles personales de sus activistas. Así, y frente a la relativa homogeneidad en el perfil socio-comportamental de los miembros de organizaciones como el IRA, la RAF o ETA, los autoproclamados "soldados universales de Alá" constituyen ciertamente un grupo heterogéneo de sujetos, tanto en lo que hace referencia a su nacionalidad, etnia, ámbito cultural de procedencia, como a su estatus socio-económico de regencia.