Esta novela relata la historia de una mujer que emergió en medio de una mojigata sociedad dominicana de los años sesenta, marcada por rígidas reglas patriarcales y por un ambiente donde la libertad femenina apenas encontraba resquicios para asomar. La protagonista de En el nombre de mi amiga encarna esa singularidad que desafía el orden establecido: dotada de una inteligencia extraordinaria, desplegó con valentía una capacidad crítica que le permitió romper los tabúes que mantenían maniatadas a las demás mujeres de su tiempo. Su vida se convirtió en un viaje hacia la liberación espiritual y sexual, en sintonía con la bohemia de la contracultura, abrazando la errancia como estímulo, lo desconocido como destino y el amor inestable como prueba constante de su libertad interior.Pero más allá de ser el recuento íntimo de una existencia marcada por sueños quiméricos y por una obstinada búsqueda de plenitud, esta obra es también testimonio de una amistad longeva, de encuentros y desencuentros, de admiración y perplejidad frente a los arrebatos y visiones de una mujer irrepetible. Como confiesa la autora en su prólogo, fue el magnetismo de esa personalidad -su genio, sus contradicciones, su osadía y su capacidad de vivir al límite- lo que la impulsó a dar forma a este relato. Así, la novela cumple con la función más profunda del género: no solo revive lo real, sino que nos invita a vivir lo posible.