Una ni?a se tumba en el suelo, observa cómo la luz se derrama sobre ella a través de un cristal de colores y piensa: -«soy un ramo de claveles-». Una joven vuelve al pueblo donde nació en busca de algo y se encuentra con la misma ni?a, su t¡a Marie, que ahora tiene noventa a?os y vive en el limbo intemporal de la vejez. Entre estos dos momentos se tejen muchas vidas: las de todas esas mujeres que, por un motivo u otro, están destinadas a preguntarse una y otra vez quiénes son, adónde pertenecen o si alguien las espera.&nbsp,El centelleo, primera novela de Andrea Santiago, es un libro sobre lo que nos sitúa en los márgenes y sobre lo que nos expulsa de ellos, ya sea hacia la normatividad o hacia un lugar todav¡a más oscuro. Con ecos de Carmen Laforet, Ana Mar¡a Matute o James Salter, también es una historia sobre cómo se construyen los lazos familiares y sobre si es posible escapar de lo que nos acompa?a desde la infancia. Y sobre si merece la pena.-«Esa noche Clara no duerme con su madre. Aguanta hasta el amanecer en el jard¡n y tiembla de fr¡o mientras escucha las cacofon¡as de los animales fuera de las verjas y su propio corazón, de nuevo. Desea enfermar y morirse. Quiere fundirse con ese azul, desaparecer. En ese momento odia a su madre, pero también quiere salvarla, si ella dice que as¡ se salvará. Tiene la piel fr¡a, pero le han prendido las tripas y por dentro está en llamas. En llamas despierta a la bebé, le da el desayuno y espera que todo haya sido un sue?o. En llamas friega y plancha, sin mirar a su madre a los ojos. Hacia las doce, mientras, en llamas limpia el polvo de los muebles con un trapo, ve una bolsa de tela en la puerta. No mira si dentro están sus vestidos, sus zapatos y su ropa interior. En llamas pone la mesa. En llamas traga el pollo sin masticar. En llamas acuesta a la ni?a. A las cuatro, más o menos, Manuela Romero le dice que se van. Y ella se va, en llamas-».