No hace falta ser un enamorado del Egipto Antiguo para dejarse llevar por el embrujo alejandrino que, cual versos tetrástrofos monorrimos, genera este ensayo. Basta con admirar, como en una galería de arte infinita, la geografía de las pulsiones que mueven al hombre, desde los deseos del bajo vientre hasta la brillantez filosófica, pasando por las estrategias personales más esforzadas, la ambición política y el cálculo imperial. Tales fueron los hitos vitales de Cleopatra VII Filopátor, última representante de la dinastía ptolemaica. Sus circunstancias, sumadas a un contexto cambiante y peligroso, se convierten en material inflamable en manos de Alfredo Taján. El resultado será una serie de reflexiones, a medio camino entre lo trascendente y lo humanístico, tan sólidas como enjundiosas. Caben, como pueden apreciar, muchas vidas y otros tantos sueños en este libro.