Clarín mantuvo durante toda su vida contacto con algunos de sus compañeros de estudios asturianos, primero en Oviedo y después en Madrid. En este libro se recuperan las cartas conservadas que recibió de tres de ellos: José Quevedo, Tomás Tuero y Pío Rubín. Su estudio permite conocer cómo se mantuvo su amistad en el tiempo, aunque la fortuna profesional de cada uno de ellos fue diferente. La confianza y la solidaridad no desaparecieron nunca y, además, en ocasiones, las cartas ofrecen interesantes apreciaciones literarias sobre la fortuna editorial de sus obras o sobre aspectos menos conocidos como la literatura en bable o las relaciones con los editores. Un lugar especial ocupa el malogrado Tomás Tuero, a quien Clarín consideró su ?amigo del alma? y de quien se recuperan sus ?Retratos al carbón?, una atractiva serie de semblanzas políticas satíricas.