A lo largo de nuestra vida cotidiana entablamos una multitud de interacciones sociales en las que las dimensiones económicas, culturales, políticas o medioambientales se entrecruzan permanentemente llegando incluso a difuminar sus contornos. Este libro analiza las fronteras invisibles de la vida económica, cómo se crean y cómo se disputan. Desde el pensamiento económico convencional se insiste en dividir con nitidez la esfera del mercado de lo político o de los hogares, como si cada una de ellas operara con arreglo a sus propias normas, valores y reglas ajenas al resto. Este libro cuestiona esta ficción que, sin embargo, ha estructurado poderosamente la vida social moderna y nuestra propia imaginación social y política, y lo hace partiendo de una sencilla doble intuición. La primera de ellas es que en las acciones económicas que protagonizamos cotidianamente hay en juego algo que va más allá de la racionalidad económica. En las relaciones de intercambio mercantil los criterios de rentabilidad, de competencia y de productividad se mezclan permanentemente con criterios morales, políticos, medioambientales, culturales, etc. Por otro lado, la segunda intuición de la sociología económica es que las relaciones de intercambio mercantil dependen de ámbitos que están más allá del mercado: el abastecimiento de recursos naturales, el trabajo de cuidados realizado en el hogar (principalmente por mujeres), los contactos y las relaciones de amistad que cultivamos, el estatus político diferenciado que reconocen las instituciones estatales, así como las regulaciones que diseñan y aplican para las actividades económicas, la provisión de servicios del estado de bienestar, las normas y obligaciones que surgen de las diversas instituciones que articulan la vida social, lo marcos de referencia cultural a los que nos exponemos continuamente, etc.