En un ventoso día de febrero, la autora negoció la compra de una librería en La Coruña, creyendo que así completaba uno de sus grandes deseos. El asunto es sencillo: se equivocó...

Las reflexiones contenidas en las páginas de esta obra tan irónica como gozosa, sobre la lectura, los lectores, los libros, los libreros y la vida, cautivarán al lector. Y es que, como la autora sostiene, un librero o librera “es una persona con dos habilidades básicas: saber sumar y restar y saber de libros. Con este equipaje y poco más, se puede uno ganar la vida al frente de una librería. Si le falta uno de los dos componentes, o contrata los servicios de una gestoría o contrata a otro librero más preparado. Y si por alguna razón no entiende esta sencilla regla, más pronto que tarde echará la persiana o se la echarán los proveedores, los bancos y otras almas tan cansinas como eficaces”.

Cecilia Monllor (Granada) es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra. Ha ejercido el periodismo durante dos décadas hasta que la literatura la apartó de los despachos de comunicación, las redacciones de periódicos y las agencias de noticias. Hija de un abogado y de una licenciada en Filología Semítica, se considera una mujer de libro y todas sus actividades profesionales tienen al libro como punto de partida y destino. Ha sido editora y librera. Ha colaborado en las secciones de libros de radio y televisión. En la actualidad coordina clubes de lectura en bibliotecas públicas e instituciones privadas. Es autora de los ensayos Zarápolis, Me mudo de sistema, Clubs de Lectura y de la novela juvenil A orquestra da fin do mundo, así como coautora de Experiencias de animación à lectura y A aventura de escribir, los tres últimos títulos en lengua gallega. Vive en La Coruña con su pareja y es madre de dos hijas.