En el Vol III Libro IV, Ramon Llull incorpora el sistema de árboles para organizar y simplificar el estudio de cada Distinción.

En el árbol de la Existencia, de la Necesidad y de la Privación se analizan tanto en potencia como en acto. En el árbol de lo Sensual y de lo Intelectual describe al Hacedor, en la materia, en la forma y en la causa final de lo sensual y lo intelectual. En el árbol de las Cualidades y de los Significados trata las interacciones mutuas.

En el árbol de la Cruz, en que la fe y la razón, por separado y en conjunto, explican los misterios de Dios, haciendo que el hombre llegue a ellos a través de dualidades como la razón natural y la no natural o la fe natural y la no natural. Después, desarrolla el árbol de los Diez mandamientos.

Y, por último, se centra en la distinción que trata de la Predestinación, oponiéndola a las cuatro causas y a la libre voluntad.

 El muy amplio Libro V es la conclusión de los libros anteriores, es filosofía, lógica, y metafísica que se plasman, a modo de demostración, en la religión y ética cristiana a través de dos distinciones, el Amor y la Oración.

La distinción del Amor y sus múltiples sujetos y objetos, divinos y humanos, naturales y sobrenaturales, se describen y argumentan extensamente. Una distinción tan exhaustiva que contempla el amor en todas sus posibilidades.

Todo ello culmina en la última distinción, la Contemplación en Dios a través de la Oración.

Llull cierra el libro con las instrucciones para leer de forma correcta toda la obra. Una obra que, en palabras de Vicent Martines Peres, intenta la inmensa tarea de racionalizar a Dios, de hacer entender con razones humanas lo que transciende la misma humanidad.