En el vasto entramado de tiempos y memorias que llamamos historia, Fernando, un improbable Ulises peronista, desafió los límites de la cronología. Desde los turbulentos bosques de Ezeiza en 1973 hasta las arenas del desierto pampeano del siglo XIX, sus pasos se entrecruzan con figuras y hechos que fundan lo real y lo fantástico. Un día se encuentra bajo la mirada inquisitiva de Darwin, otro recibe las advertencias críticas de una mujer sueca, salida del futuro y envuelta en un halo de inevitabilidad. El relato, que oscila entre lo místico y lo político, aborda no solo la identidad de un hombre atrapado entre épocas, sino también la de un país que, como su protagonista, lucha por definirse entre contradicciones. Las puertas del tiempo son abiertas y cerradas, no sin riesgos, por la fuerza del deseo y el peso del destino, guiadas por un misterioso «orden» que, como un Aleph secreto, contiene todas las posibilidades de la historia. En esta primera entrega, el autor despliega con audaz imaginación un laberinto de eventos que nos conducen a las preguntas esenciales: ¿es el tiempo una espiral o una trampa? ¿Somos viajeros o simples expectativas?