La tele-predicación es un fenómeno comunicativo muy popular entre los sectores conservadores de la sociedad estadounidense. Este formato constituye un recurso programático muy útil para los medios de comunicación especializados en temática religiosa y una formidable herramienta de difusión de contenidos para los líderes de las organizaciones eclesiásticas. Gracias a este exitoso modelo, muchos comunicadores pueden consolidar su sistema de creencias y valores entre las audiencias que demandan productos inspirados en el mundo cultural cristiano. El inicio de la labor de los telepredicadores se remonta hasta la fase de generalización de los formatos radiofónicos durante las décadas de 1920 y 1930. Sin embargo, los estándares modernos de este tipo de programación no se alcanzaron hasta los años centrales del siglo pasado, momento en el que se inició un proceso expansivo de la mentalidad tradicionalista entre las denominaciones cristianas. No se puede comprender el desarrollo de muchos acontecimientos políticos y movimientos sociales actuales sin analizar los mensajes diseñados por el activismo cristiano en