A los sesenta años y con una beca de arte, la autora vuelve por primera vez al lugar del que salió con su familia cuando tenía dos años: Melilla, un enclave europeo en el continente africano. Acompañada de fotografías antiguas del álbum familiar, de su cámara y de un bloc de notas, se encuentra con una ciudad española vallada y militarizada, en la que co¡existen la cultura mediterránea y la violencia institucionalizada en la frontera sur de Europa: herencia colonial que acepta como ine¡vitable la exclusión, los niños de la calle y el trato inhumano a hombres y mujeres.19 relatos breves así como 200 fotografías destacables son el testimonio personal de un viaje a un lugar poco conocido en Europa pero muy significativo con respecto a la relación de éste continente con sus vecinos del sur. También nos habla de una forma de abordar cuestiones sociales y políticas desde el arte contemporáneo. Una cuidada edición para amantes de obras realizadas por autoras comprometidas.