Angie, princesa del reino de Rhensia, se ve obligada a casarse con Robert, heredero del reino de Alozznia y amigo íntimo. Sin embargo, ella está enamorada de Peter, un guardia del castillo con quien mantiene una relación a escondidas, o al menos lo fue hasta que el rey de Rhensia lo descubre y lo condena a ser ejecutado el mismo día de la boda de Angie y Robert: en un mes.

No es esta una historia donde una princesa debe ser rescatada, sino una donde la princesa debe rescatar a su amado, de menor escalafón social, y no está indefensa, sino que está deseando luchar por su independencia y es egoísta y terca.

Y es que esta historia no es El típico cuento de hadas.

El típico cuento de hadas es una novela juvenil que me sorprendió gratamente por su enfoque innovador y su valiente protagonista. Angie, la princesa de Rhensia, no es la típica dama en apuros.

Lo que más me gustó de esta novela es el carácter de Angie. Es fuerte, decidida y no teme luchar por lo que quiere, incluso si eso significa desafiar las normas de su sociedad y poner en riesgo su vida. Su terquedad y egoísmo la hacen auténtica y fácil de conectar para los adolescentes que buscan personajes reales y complejos.

La trama está llena de tensión y giros inesperados que mantienen el interés en todo momento.

La ambientación de los reinos de Rhensia y Alozznia es rica y detallada, creando un mundo fascinante que complementa perfectamente la narrativa.

Recomiendo "El típico cuento de hadas" para adolescentes que buscan una historia de amor y aventura diferente, con una protagonista que rompe con los estereotipos y una trama emocionante que te mantiene enganchado de principio a fin.

- Bea González Alfaro