Los cincuenta y cinco grabados recopilados en El rostro de la clase dominante fueron publicados en 1921 en Berlín, una ciudad que, tras la derrota de la insurrección espartaquista, estaba sometida a una presión infernal. En esta obra, Georg Grosz prescinde de cualquier atisbo de distanciamiento y no duda en señalar con nombres y apellidos a los responsables de la miseria social. La combinación de trazos simples y rudos con otros repletos de plasticidad le permite transformar la caricatura en puro retrato objetivo. Su mirada es ácida, sardónica, destructiva. Su objetivo declarado es «arrastrar por el fango todo aquello que los alemanes han amado» para preparar una segunda revolución, más definida que la de noviembre de 1918. La Nueva Objetividad, a la que se adscribe, se distancia del dadaísmo, pero también de la iconografía vagamente religiosa de lo que se denominó «arte proletario». Grosz no concede ni un milímetro a la monumentalización de la lucha de clases. Las heridas colectivas de la Primera Guerra Mundial están presentes en cada línea y, al igual que hizo Goya en sus grabados sobre la guerra, rehúye la ensoñación. GEORGE GROSZ (Berlín, 26 de julio de 1893-Berlín Oeste, 6 de julio de 1959). En la noche del 31 de enero de 1918, Rosa Luxemburgo entregó a George Grosz, Herzfelde, Heartfield y Erwin Piscator los carnés de afiliación al Partido Comunista Alemán (KPD). Quince días después, los paramilitares de los Freikorps asesinaron a la dirigente revolucionaria y aplastaron a sangre y fuego la insurrección espartaquista. Fue ahí que Grosz abandonó definitivamente el dadaísmo para volcarse en el movimiento de la Nueva Objetividad , del que se convertiría en uno de sus representantes emblemáticos. Sus dibujos se imprimían en ediciones económicas, pen- sadas para ser distribuidas a pie de calle, y, desde el primer momento, fueron objeto de la persecución gubernamental. En 1932, poco antes de que Hitler llegara al poder, Grosz se exilió en Estados Unidos. Los nazis lo calificaron como el bolchevique cultural número uno e incluyeron su obra dentro de la categoría de arte degenerado .