Tiempo Lento es una reflexión sobre el paso del tiempo, sobre el continuo fluir entre el pasado, el presente y el futuro, sobre cómo en el hoy eterno se mezclan el ayer y el mañana, pero también sobre la percepción del tiempo, de cómo pasamos de vivir siempre con prisa, de querer cambiar el mundo, sin apenas percibir lo que nos rodea, a vivir con más lentitud, apreciando las pequeñas cosas de la vida: una puesta de sol, una sonrisa, un momento de soledad. Y todo lo anterior desde la perspectiva de una persona en plena madurez vital que, ya cumplido su ciclo laboral, y que ahora dispone de todo el tiempo del mundo para aprender nuevas cosas, para desarrollar su creatividad haciendo todo aquello que la vida profesional y familiar no le ha permitido hacer antes. Un tiempo nuevo, donde se dice que los días son muy largos y los años muy cortos. En definitiva, un tiempo lento para recordar y para disfrutar de cada minuto, de cada hora, y con un futuro lleno de posibilidades y también de incógnitas.