Los personajes de la novela, en su mayoría egocéntricos y narcisistas, orbitan en torno a un joven informático y poeta que, por la singularidad de sus vocaciones, despierta la desconfianza de ingenieros y artistas. Empleado en una multinacional marcada por la ambición y la competencia, donde dominar el inglés es esencial para ascender, inicia con apoyo de la empresa un curso en EE. UU. Allí vive con intensidad una etapa creativa y despreocupada. Aunque lo tienta permanecer en el primer mundo, decide regresar, consciente de que su destino será arduo.