Esta obra recoge por primera vez de una forma sistemática la evolución histórica de los carabancheles. Fruto de varios años de trabajo en fuentes documentales, muchas de ellas manuscritas e inéditas, presenta una nueva visión de los que fue un cencejo de aldea madrileño. Su autor, doctor en Historia, analiza el pasado de lo que fueron puelos limítrofes a Madrid desde su origen en la prehistoria y la época romana, pasando por la Edad Media en la que San Isidro labra sus campos y se construye la iglesia mudéjar de Santa María de la Antigua. En los siglos XVIII y XIX son los carabancheles -el Alto y el Bajo- lugar de reunión de la aristocracia madrileña en torno a los palacios del conde Cabarrús, Eugenia de Montijo y la Real Posesión de Vista Alegre, residencia de María Cristina de Borbón y más tarde de la reina Isabel II. En el siglo XX, tras los desastres de la Guerra Civil y una profunda labor de reconstrucción en los primeros años de la posguerra, los carabancheles se anexionaron a Madrid en 1948, formando desde entonces parte de la Villa y Corte como un distrito con historia.